2.1 Analice su idea de proyecto
En primer lugar, es necesario tener una idea de negocio en torno a la cual construir un proyecto de desarrollo. Esto significa que, incluso antes de empezar, es útil tener una idea clara del tipo de empresario en el que uno pretende convertirse. Tanto si se elige el camino del empresario agrícola «tradicional», especializado en la producción en un sector específico, como el del empresario agrícola «multifuncional y multiactivo», se encontrarán oportunidades y escenarios normativos bastante diferentes. Además, al tener una idea de negocio precisa, es posible evaluar de antemano todas las posibles palancas estratégicas a activar: innovación, venta directa, redes, territorio, calidad, agroenergía, agroturismo, granja educativa, etc.
Una idea de negocio, por muy aparentemente exitosa que parezca, siempre debe ir acompañada, antes, después o durante su elaboración, de un análisis del mercado y de la competencia. Por lo tanto, con el apoyo de consultores adecuados, es aconsejable analizar:
- Capital humano (competencias profesionales, qué modelo de gestión, qué forma jurídica).
- Capital físico (tamaño de la empresa, bienes inmuebles disponibles y por adquirir, máquinas y herramientas).
- Oferta (masa crítica, diferenciación de productos y actividades, calidad, diversificación).
- Mercados (posibles canales de venta, actividades de promoción).
- Resultados económicos (rentabilidad y costes).
También es igualmente apropiado evaluar a nivel componentes externos a la empresa:
- Institucional (legislación de referencia, existencia de redes formalizadas como consorcios, cooperativas, rutas del vino, etc.).
- Territorial (dotación de infraestructuras materiales e inmateriales, disponibilidad de servicios para las empresas agrícolas).
- Comercial (canales de distribución locales, características de la oferta y la demanda).
- Competitiva: estructura de la competencia y grado de concentración de la oferta.
Tras la fase de análisis y la elaboración de la idea de negocio, comienza la planificación propiamente dicha. Una vez definidos los objetivos que se quieren alcanzar y los resultados esperados, es necesario identificar los recursos que se van a utilizar y las estrategias que se van a aplicar.
2.2 Plan de empresa e investigación de fondos
El primer paso práctico hacia la realización de su empresa agrícola es la redacción del Plan de Empresa, que puede dar credibilidad al proyecto y permitir la solicitud de financiación pública o privada. El plan debe analizar la situación de partida, el proyecto de desarrollo y la situación posterior a la inversión. Una vez elaborado el plan económico y financiero, se puede proceder a la búsqueda de fuentes de financiación, que varían de un país a otro y, a menudo, como en el caso italiano, de una región a otra. La Comisión Europea pone a disposición varios programas para el desarrollo del «segundo pilar» de la Política Agrícola Común (PAC) . Los países de la UE aplican la financiación del FEADER a través de programas de desarrollo rural (PDR). Los PDR están cofinanciados por los presupuestos nacionales y pueden elaborarse a escala nacional o regional. Aunque la Comisión Europea aprueba y supervisa los PDR, las decisiones sobre la selección de proyectos y la concesión de pagos las toman las autoridades de gestión a nivel nacional o regional .
Para obtener información específica sobre el tipo de fondos que puede recibir, las facilidades para jóvenes menores de 30 años, etc., le aconsejamos que visite el sitio web específico, donde encontrará toda la información que necesita.
2.3 Requisitos básicos para abrir su propio negocio
Una vez aprobado el proyecto, con o sin subvenciones y financiación, tanto si se trata de un negocio construido desde cero como de una renovación de algo ya iniciado, hay que tener en cuenta lo siguiente.
Quien desee emprender un negocio independiente como agricultor debe tener una experiencia significativa en el sector. No obstante, los requisitos básicos pueden variar de un país a otro, por lo que es necesario informarse previamente. El procedimiento burocrático para abrir una explotación coincide con el camino que hay que seguir para iniciar cualquier actividad por cuenta propia, abrir un puesto de IVA, darse de alta en colegios profesionales, abrir un puesto de trabajo, etc.
Además, si se pretende combinar la producción agrícola con la venta al por menor, la transformación y el envasado de alimentos, o las actividades de restauración y agroturismo, es necesario obtener una autorización mediante la asistencia a un curso APPCC sobre higiene, transformación y conservación de alimentos, con el examen y el certificado correspondientes. Como en cualquier otra actividad, es necesario llevar libros de contabilidad, preferiblemente con la ayuda de un contable, así como anotar las técnicas, los tratamientos de cultivo y la trazabilidad de los distintos productos , el registro donde se anota todo lo relativo al cultivo, desde la siembra hasta la cosecha. Si la intención es operar como empresa o como cooperativa, también será necesario correr con los gastos de constituirla oficialmente, en una notaría, con los correspondientes derechos de timbre, licencias y permisos.
En cuanto a la agricultura ecológica, es necesario obtener certificaciones específicas y someter a la empresa a una inspección anual por parte de los organismos que verifican y prueban la ausencia total de productos químicos y el uso de métodos exclusivamente naturales.
2.4 Coste de aplicación
El coste de abrir y gestionar una granja es bastante difícil de determinar, ya que hay muchas variables que condicionan el resultado, desde el tamaño del terreno hasta las técnicas de cultivo. Es muy importante, al tratarse de una actividad muy compleja, que el suyo sea un plan de negocio preciso, que tenga en cuenta cada uno de los diferentes elementos. Si el negocio es también en parte ganadero, tendrás que tener en cuenta los gastos para la compra de animales, alimentos específicos y atención veterinaria.
Una alternativa sería hacerse cargo de un negocio ya establecido y puesto en marcha, asegurándose, por supuesto, de que es moderno, está al día y equipado con todo lo necesario. En caso contrario, hay que calcular la compra de todo el equipo necesario para el funcionamiento del negocio, añadiendo los costes de compra o alquiler del terreno y los edificios y, si es necesario, la construcción de un taller de envasado de alimentos, una sala para la venta directa y la compra no sólo de equipo agrícola, sino también de una furgoneta u otro medio de transporte adecuado. En el caso de que se decida abrir una empresa de agroturismo, la fase de puesta en marcha se hace más compleja, ya que es necesario equipar la estructura para que sea apta para recibir huéspedes, tanto en términos de higiene como de nivel de confort, y montar una cocina y un comedor.
Sea cual sea la naturaleza de su empresa, sigue siendo necesario abrir servicios públicos para el suministro de agua, electricidad y gas. Teniendo en cuenta que una granja dispone de terrenos expuestos al sol, puede ser interesante plantearse la instalación de un sistema fotovoltaico, que proporcionaría al menos parte del suministro de agua caliente y electricidad. Además del funcionamiento normal de cualquier granja, la calefacción, la electricidad, el agua, la eliminación de residuos y la compra de materias primas, hay que calcular los costes del mantenimiento rutinario de los edificios y la maquinaria, el combustible, el asesoramiento veterinario, el contable y los salarios de los empleados. También es importante reservar una cifra para una campaña de marketing y publicidad de la empresa, sobre todo si se incluyen servicios de venta al por menor, restauración o agroturismo.
Una sugerencia útil puede ser empezar con un negocio pequeño y, una vez en marcha, ampliarlo teniendo en cuenta los resultados y el progreso del trabajo. Con una parcela no demasiado grande, maquinaria agrícola usada y unos pocos productos, es posible mantener los costes bajos y, más adelante, ampliar el volumen de negocio.